jueves, 29 de agosto de 2013

VIAJAR CON BEBÉS

Todos los que más o menos me conocéis sabéis que me gusta viajar siempre que puedo, y supongo que también  sabréis cuánto me gustan los niños.

Pues bien, yo siempre he sido de la opinión de que tener un niño no tiene por qué significar renunciar a la mayoría de las cosas que te gustan y que si te lo propones y tienes paciencia, puedes ir a casi todos lados. Antes de tener a Diego siempre me decían que cuando tuviera un hijo iba a cambiar de opinión, que no era todo tan fácil y que me aprovechara bien, que pronto se me acababa lo bueno, nada más lejos de la realidad.

Este año nuestras vacaciones han sido muy variadas, casi como siempre, y tengo que decir, que hoy, que es mi última noche antes de volver a casa, sigo pensando que han sido las mejores hasta ahora, y estoy segura de que cada año serán mejores. 

Viajar con un bebé, sólo requiere saber adaptarse a cada momento y saber que el que manda es el nene pero que los papis también pueden divertirse. Quizás yo he tenido suerte con Diego y nos lo pone todo muy fácil, pero me lo he pasado genial y a pesar de tener momentos de histeria, de desesperación y de autocontrol hasta un nivel excesivo, ya tengo ganas de que lleguen las vacaciones del año que viene para volver a disfrutar de mis "machotes" como este mes de agosto. 

Espero que también hayáis disfrutado de vuestras vacaciones y de vuestros peques. Os dejo una fotito de Diego durmiendo plácidamente, como cada noche, con la ovejita que le ha regalado su papi por haberse portado tan súper bien en este viaje.
Buenas noches y FELICES VACACIONES!!!






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